Las últimas imágenes del mundial de Vigo, con el español Pedro Gil simulando ser un torero sobre patines para levantar al público en un estadio que se desmontaría a la jornada siguiente, mientras no podía cortar su llanto Lucas Ordóñez, hoy son un recuerdo. Tristes o felices según de quien sea, pero recuerdos al fin. Y si bien ambos planteles son muy parecidos en el Mundial de 2009 con los que protagonizarán hoy la final, ‘parecido no es lo mismo’. Esto no quiere decir que el resultado puede ser otro porque simplemente pasó el tiempo. Sí se puede explicar que en estos dos años el potencial de los jugadores de la Albiceleste creció en gran medida con respecto a los mismos que fueron finalistas. Aunque España sigue siendo la base de jugadores con estirpe de campeón y eso no se pierde así nomás. Lisandro Peyran
