Un millar y medio de policías empezaron ayer con su labor de custodiar la llegada de los barras bravas de Boca y River y extenderán sus tareas más allá del superclásico de hoy, hasta el momento en que dejen la provincia  de Mendoza con el objetivo de evitar enfrentamientos. 
La organización dispuso que haya derecho de admisión y ante ello Boca había dado un listado con 72 nombres, según confió el ministro de Seguridad, Carlos Aranda, quien aguardaba la nómina de River. 
Ayer por la tarde fueron llegando hinchas y la barra oficial entraba por San Luis, con lo cual todo estaba preparado para recibir a los barras en el Arco de Desaguadero en el límite interprovincial. 
La intención es encapsular a los barras para llevarlos hasta un lugar cercado para horas antes del partido llevarlos custodiados hasta el estadio. Ante la detención de Mauro Martín, en Boca sospechan que puede haber un enfrentamiento por el liderazgo de La 12. Por las dudas, hay controles en todos los pasos, tanto en Desaguadero, Jocolí y Cochicó, y hasta Uspallata, para quienes lleguen desde Chile.