Por casualidad es que nadie pasaba entre dos monoblocks del barrio UDAP III cuando se derrumbó otro pozo negro del vecindario. Ahora el sector está vallado, pero los vecinos dijeron que el lugar mostró una inusual aparición de insectos, muchos de ellos voladores, a la vez que la masa viscosa del hueco aparece como un foco insalubre. El pozo que cedió perjudica en forma directa a 12 familias (50 personas), pero hay otros ocho que están colapsados y cuyas aguas servidas inundan los jardines en distintos sectores. Desde la unión vecinal del barrio informaron que son unas 550 personas las afectadas, tanto por el pozo que cedió como por los que colapsaron.
‘Después del estruendo por el derrumbe fue impresionante cómo todo se llenó de insectos, casi todos voladores. En algunas casas aparecieron cucarachas, que suponemos estaban en el pozo que se derrumbó. Dentro de los departamentos, los vecinos controlamos la situación y ya sellamos las ventanas por el olor’, afirmó Alfredo Molina.
Tras el alerta que brindaron al municipio llegó una cuadrilla de obreros que colocó un alambrado alrededor del hueco, que tiene entre tres y cuatro metros de diámetro. En la Municipalidad informaron que ahora habrá que esperar a que decanten todos los sólidos (tierra y pasto), para poder luego drenar las aguas servidas. Igual, los vecinos siguen descargando ahí los líquidos de baños y lavaderos, pues de momento no tienen otra opción.
Hacer un pozo negro cuesta unos $30.000, dijeron los habitantes del lugar, pero el problema al que se enfrentan los que sufrieron el derrumbe es dónde realizarán una nueva excavación, ya que no tienen lugares disponibles en los espacios verdes.
Desde la unión vecinal del barrio indicaron que en los 20 años que tiene el UDAP III ya se derrumbaron 18 pozos negros, incluido este último. De acuerdo a sus registros, en total son 128 pozos en todo el barrio, en el que viven 504 familias.
Por esto es que también a los vecinos les da miedo caminar por los jardines del barrio y los niños, indicaron, desde hace mucho que no juegan en los espacios verdes, pues ahí están ubicados los pozos negros y temen otro derrumbe en cualquier momento.
Si bien se trata de un problema de los propietarios de las viviendas, la Municipalidad envía frecuentemente el camión atmosférico para desagotar pozos, pero como no dan abasto los vecinos pagan prácticamente un servicio extra por semana.
La unión vecinal viene movilizada desde hace mucho por la situación y la única opción que tienen es poder conectarse a la red cloacal, les informaron desde OSSE, pero eso sucederá recién en 2015.