El técnico de Orozco, Rubén Ojeda, comentó que Noni está más “dolido” que otra cosa. “La amargura ya pasó. Se desahogó llorando el viernes, tenía muchas ilusiones”, dijo el entrenador.
Sobre el futuro, no tuvo dudas en afirmar que es una situación que superará. “Se levantará. Ahora hay que fortalecerlo anímicamente para que recupere confianza en su boxeo. Llegó a donde llegó con un estilo y eso lo tiene, es innato en él. Lo que hay que hacer es aprender de lo ocurrido, estaba muy nervioso, quería sacarle la cabeza al rival”, dijo quien desde el martes comenzó a trabajar con el boxeador pensando en el futuro.
Me preocuparía si lo ocurrido estuviera relacionado con lo boxístico, fue un accidente que no volverá a ocurrir”.
