El pronóstico que elabora todos los años la Secretaría de Recursos Hídricos de la provincia se da a conocer en octubre de cada año. El informe es clave para el Gobierno, que en base a los datos que haya arrojado debe planear la distribución del agua de acuerdo a los caudales y a cuando el derrame será más importante. El año pasado, el pronóstico había indicado que en noviembre de 2009 iba a ser el pico -es decir cuando el Río San Juan lleva más agua- con un volumen de 110 m3/s, pero en la práctica apenas llegó a 68 m3/s, y el pico recién se dio en enero de este año pero con un 30% menos de caudal que lo previsto, es decir que alcanzó los 80 m3/s.