Primero el sitio "Booking.com" incluyó a Barreal entre los 5 mejores sitios del mundo para disfrutar el paisaje que regalan las estrellas a fines del año pasado y luego ocurrió el eclipse de luna, el 21 de enero. Cada una a su manera, fueron las últimas demostraciones del sostenido crecimiento que hay del turismo astronómico en Calingasta, que el director de Turismo del Municipio, Heber Tapia, traduce en números: "El 80% de los visitantes al departamento se vinculan con esta actividad". El funcionario agregó que ese porcentaje se mantuvo durante el mes de enero, que fue de 25.000 personas aproximadamente (por lo que 20.000 disfrutaron del firmamento barrealino).
El cielo de esa tierra llevó que en los años 60 se instalara el observatorio CESCO, de la Universidad Nacional de San Juan; en los 80, el observatorio CASLEO, dependiente del Conicet; y en 2002 fue declarado parque nacional El Leoncito, para asegurar un contexto conveniente a esta actividad.
El flujo de turistas, que nunca será masivo porque es contraproducente a la actividad científica, ha sido de continuo crecimiento. Claudia Alamo es licenciada en Turismo y forma parte del equipo del CASLEO, quien reconoció hasta sentirse sorprendida porque "la demanda aumenta en forma constante. Hay reincidentes, también muchos extranjeros y generalmente planificó el viaje".
Héctor Lepes, astrónomo vinculado al CESCO, coincidió en que el atractivo por el cielo suma adeptos y se aportan nuevas propuestas, como los telescopios para poder ver el Sol, para quienes realizan la visita diurna.
La expansión se nota también en que CASLEO desarrolla un programa para recepción de grupos escolares, que ya viene implementando el CESCO.
Entre las principales actividades del turismo astronómico este año, ya fue un impacto popular el eclipse de luna. Ahora el solar del próximo 2 de julio, ya agotó la reserva de hospedaje en Calingasta.
Pero aunque sea el show más importante del año, hay otros con las estrellas, como oposiciones (cuando un planeta está totalmente iluminado desde este punto de vista), ocultamientos (se interpone la trayectoria de la luna a la de un planeta), tránsitos (un planeta por delante del Sol), y lluvias de estrellas, entre otros.
En cada observatorio, hay horarios de visitas. En el CASLEO las diurnas son de 10 a 12 y 14,30 a 17. El ingreso es gratuito para menores y de 50 pesos para mayores. En el CESCO, los horarios son de 10 a 12 y 16 a 18. la entrada es de 100 pesos.
Las nocturnas, van variando según el momento del crepúsculo, un momento único en la Cordillera. La entrada al CESCO es de 200 pesos. En el CASLEO, con capacidad sólo para 10 personas, la visita particular cuesta 400 pesos. Si también se cena, 770 pesos y dormir, entre 1.400 y 1.600 pesos. Hay descuentos con operadores turísticos.
La contaminación lumínica, proveniente especialmente de Uspallata, ha llevado a intentos de los observatorios y del Municipio a contrarrestar este factor.