En el mes de julio, los médicos de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Marcial Quiroga rompieron su propia marca: tuvieron que atender a 4 pacientes con obesidad mórbida, que llegaron hasta ese servicio en situación crítica. Hasta ahora, la cifra de obesos mórbidos que llegaban a ese servicio era de 1 ó 2 por mes, pero los profesionales no pudieron precisar la causa de este aumento. Y tan alarmante fue la situación que tuvieron que pedir a las autoridades del Hospital la compra de algunos elementos para poder levantar, trasladar y acomodar al último de los pacientes, que ingresó con 300 kg de peso y una insuficiencia respiratoria (ver aparte).

Un guinche hidráulico, de los que generalmente se utilizan para levantar motores de gran tamaño, fue la última adquisición del Marcial Quiroga para poder trasladar a este paciente. También se compró una cama con sistema eléctrico y una silla especial, ultrarresistente, para su movilización, además de una camilla. El costo del guinche, según informó Susana Rudaeff, directora de ese centro de salud, fue de 1.900 pesos.

Según explicó uno de los médicos encargados de la Unidad de Cuidados Intensivos, Mariano Sisterna, muchas personas en situación parecida llegan directamente a ese sector porque vienen en muy mal estado. "Generalmente -dijo- vienen con patologías respiratorias o insuficiencias cardíacas. También puede ser que vengan porque tienen alguna infección. Y por los datos que conocemos de otras terapias, incluso en la parte privada, también ocurre lo mismo". Desde el Hospital Rawson, en tanto, Armando Rosales, integrante del directorio, señaló que "no se ha observado aumento en los ingresos por obesidad mórbida". Esta clase de enfermedad se da cuando el índice de masa corporal es mayor a 35.

De los 4 pacientes que engrosaron la estadística de obesidad mórbida en el Hospital Marcial Quiroga, quedan solamente 2 internados. "Acá los estabilizamos, los compensamos y cuando salen de la crisis, puede ser que pasen a otro servicio o bien se van de alta, con la indicación de realizar un tratamiento urgente para su recuperación. Pero lamentablemente no siempre vuelven en forma voluntaria", señaló Pablo Lueje, el otro médico encargado del sector.

Ambos médicos coincidieron en señalar que de los pacientes que ingresan, los casos más desesperantes son de varones. "Llegan mujeres, pero son las menos. Es difícil que una mujer llegue a una situación tan extrema como la de un hombre con esta misma patología. Por lo general, no alcanzan estos estados críticos", explicó Sisterna.