Ayer se convirtió en ley el proyecto de modificación del mercado de capitales, con el que la Comisión Nacional de Valores (CNV) obtuvo amplias facultades para tener injerencia en toda la operatoria bursátil y sobre las asambleas de accionistas de las empresas cotizantes. La ley delega en la CNV la autorización, registro y regulación de las diferentes categorías de agentes que pueden operar en la Bolsa, pone bajo su control a las calificadoras de riesgo y la habilita para establecer condiciones especiales que favorezcan la entrada de nuevas empresas. Además, desde el oficialismo aseguraron que los ahorristas minoritarios podrán comprar títulos de empresas locales creando una fuerte participación federal.