En abril el viceministro de Comercio de China, Jiang Yaoping, criticó a Argentina por las barreras comerciales que aplica a los productos del país asiático. Dijo que son discriminatorias las trabas al comercio y “su aplicación ha generado un fuerte malestar en los sectores empresarios como en la población y en la prensa de China”.
Yaoping advirtió que “ante la situación externa, a la que se suman las presiones internas” generadas por las medidas restrictivas al comercio que impone Buenos Aires, Beijing “no tiene otra alternativa que considerar medidas contra Argentina”.
El viceministro de Comercio chino exigió a Argentina que trate a China como una “economía de mercado”, ante el reconocimiento como tal que en 2004 hizo el ex presidente Néstor Kirchner.
Estas declaraciones fueron difundidas por la agencia Xinhua en Buenos Aires, poco antes de que el funcionario chino dejara el país donde permaneció por lo menos 48 horas en misión oficial. El foco de su visita estuvo puesto en el aceite de soja criollo, que se vio impedido de ingresar al gigante asiático.
La alarma también se cimentaba en la buena relación entre ambos países en los últimos años. En un lapso de 10 años, la balanza comercial entre Argentina y China pasó de un extremo a otro: en 1995 marcó 321,70 millones de dólares a favor del gigante asiático versus 2.475 millones de dólares a favor de la tierra del tango en el 2005. El dato está declarado de esta manera en el sitio web de la Cámara Argentino-China (www.argenchina.org).
La República Argentina y la República Popular China establecieron relaciones diplomáticas en 1972, pero ya en los años ‘50 existía una corriente comercial entre ambos países. El crecimiento del comercio bilateral movió, en 1984, a varios empresarios argentinos a fundar la Cámara de la Producción, la Industria y el Comercio Argentino-China.
