Los vecinos del lugar aseguran que la situación no es nueva. Que ese grupo de muchachos acostumbra a meterse de prepo en las fiestas familiares. Y que las cosas suelen terminar en furiosos cruces cuando alguien intenta impedir sus designios. Como ocurrió ayer en la casa de la familia Cantos. Festejaba los 12 años de su hija y el Día de la Madre cuando acabaron envueltos en un violento episodio con aguafiestas que los atacaron a pedradas (una lastimó la cabeza del dueño de casa) y le dieron una golpiza a un invitado que los enfrentó. Este joven se llevó la peor parte, pues se desquitaron con su vehículo quemándoselo en el interior con la nafta que tenía en un bidón dentro del rodado, dijeron fuentes policiales.

A pesar de que los dueños de casa controlaron el fuego empleando una bomba de agua, los daños en el interior de ese Fiat 147 en el que había llegado Jonathan Villarroel (27), fueron mayúsculos.

El hecho ocurrió alrededor de las 4 de ayer en una casa ubicada en calle 10, unos 500 metros al Oeste del cruce con la avenida Joaquín Uñac (ex Mendoza), en Pocito.

Ayer este diario intentó hablar con el dueño del auto pero sus parientes no hicieron declaraciones. La versión de allegados a la familia Cantos y de fuentes policiales, es que a esa hora al menos tres muchachos intentaron meterse al cumpleaños. Y como no los dejaron, luego de un primer enfrentamiento con los que había en la fiesta, se fueron y volvieron con refuerzos: ayer se hablaba de más de 10 sujetos dispuestos a aguar el festejo.

Y así lo hicieron. Según voceros del caso, en la primera avanzada a pedradas los dueños de los autos alcanzaron a meterlos detrás de la vivienda, pero Villarroel no pudo y habría intentado enfrentar a los delincuentes pero sin éxito, por la abrumadora mayoría.

Policías de la seccional 7ma. confían en dar con los agresores.