san Juan, 15 de marzo.- “El remis es un servicio diferencial”, aclaró, aunque “usted sabe, estamos en Argentina, y en San Juan. Todo se desvirtúa. Sabemos que hay diferencia de tarifas entre una empresa y otra, aunque no tenemos responsabilidad sobre eso. La ley 7536 lo dispone así”.
El texto de la ley señala que el remis es un servicio “cuya remuneración estará a cargo del usuario con una tarifa libre, con uso exclusivo del automóvil por parte de los pasajeros que lo soliciten”. “El usuario debe conocer la tarifa”, dice Gambina, “es como cuando va a comprar carne”. En una recorrida de 10 vehículos, ningún remisse informa con un cartel cuál es la tarifa, como si sucede con otros productos, para que el consumidor sepa cuánto tiene que pagar antes de realizar la transacción comercial. El usuario, realmente, se entera del precio al llegar a destino, cuándo ya no tiene derecho a la protesta. De esos 10 vehículos, al menos 4 no tenían como entregar comprobantes del pasaje.
“El 90% de los coches están bien”, asegura Gambina. “Lo que sucede es que tenemos una cantidad importante de remis y taxi truchos. El usuario no se da cuenta porque están pintados como los legales, no hay nada que permita distinguirlos a primera vista”. Sobre esto informó que “estamos radiando 1 o 2 coches por día y entregándolos a la policía. Declaró no poder asegurar ni desmentir que las empresas “estén al tanto de la existencia de estos remisses o taxis. Supongo que habrá casos en que si y casos en que no”.
Sobre los taxis, reconoció que hay algunas demoras en la normalización total de los coches. “Esta semana estamos comenzando con una prueba con GPS, que funcionarán como sistemas de alertas. Esto viene a dar respuesta a una demanda de seguridad de los choferes”. Con respecto a los tarifadotes, “cuándo se habla de plata e inversión, todo se complica. Estamos tratando de que todos los taxis tengan el tarifador aceptado por la autoridad de aplicación, pero nos llevará un tiempo”.

