Mirtha Legrand, la reina madre de la televisión, se mostró, como siempre, educada y cordial en todo momento. Su impronta irradió sencillez y fue muy afable con la gente que se acercó a saludarla al hotel donde ofreció la conferencia de prensa y se quedó a descansar hasta la noche. Foto va, foto viene, sin ningún problema. Claro que fue una ráfaga de felicidad para sus admiradores porque estuvo rodeada por un riguroso staff de seguridad (entre asistentes y organizadores locales) que cancelaron algunas fotografías. "Ya es suficiente", dijeron al unísono. Su tradicional y estoico "querida, ahora no puedo", fue reiterativamente respetuoso para calmar la pena de los fans. Durante la conferencia de prensa estuvo atenta a todo y charló más que la diva. No en vano, remarcó que le encanta hablar. Su espléndida sonrisa irradió alegría y todo el tiempo evidenció buen humor y palabras de agradecimiento para con la provincia, la Fiesta Nacional del Sol y el gobernador. "Aunque no coincida con él en muchas cosas, debo admitir que es un gobernador de lujo", aseguró. En definitiva, Mirtha contagió su gracia, su pícara ironía, su encantadora verborragia y estuvo muy cercana.
Muy divertida y respetuosa con la gente

