Rodrigo Sánchez era padre de una nena y un joven muy respetado en la barriada donde vivía, la Villa Hipódromo, en Rawson. Allí sabían de su decisión de salir a ganarse el pan con trabajo y también de su faceta más artística: la de cantar o despuntar sus habilidades con la guitarra, la batería o el teclado a la hora de demostrar cómo estaba atravesado por la música.
Su pasión musical lo llevó a ser considerado en el ambiente del cuarteto. Ultimamente integraba la banda ‘La Meta’, con la que llegó a presentarse en la Fiesta de la Primavera en el Parque de Mayo.
La red social Facebook reflejó ayer cuánto conmovió su repentina partida, con comentarios que resaltaron su calidad como persona y como músico.
Hoy, los policías podrían contar con el testimonio de sus compañeros laborales para saber cómo y por qué ocurrió la desgracia.