Como cada Viernes Santo, miles de fieles fueron hasta la Difunta Correa a cumplir sus promesas, otras a realizar pedidos y también a mostrar su devoción.

 

Desde la madrugada y durante todo el día, muchos de los fieles llegaron caminando y hasta en bicicleta para cumplir con Deolinda Correa.

 

Y, tal cual ocurre año tras año, los devotos disfrutaron de una jornada a pleno sol almorzando y tomando mate en el paraje Vallecito.