El premio que hace unos días recibió Ana María Ojeda de Esteybar y que entregó por primera vez en la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) tuvo una razón de ser: homenajear a las mujeres, en coincidencia con el 8 de marzo, por sus trayectorias, su empuje, su visión y su creatividad a la hora de emprender.
Sin embargo, ella y las otras dos empresarias no fueron las únicas reconocidas. El evento que tuvo lugar en el Salón Frondizi de Came (en Buenos Aires) fue la oportunidad para premiar a otras mujeres que sin tener vinculación alguna con el mercado, también son ejemplo de empuje y solidaridad. Así fue que entre las homenajeadas aparecen Susana Trimarco (mamá de Marita Verón que desapareció a los 23 años en el 2002 y que por su accionar desmedido para encontrarla creó la Fundación María de los Ángeles por la Lucha contra la Trata de Personas) y Patricia Sosa por su labor en la Fundación Pequeños Gestos, desde la que colabora con las comunidades tobas del impenetrable chaqueño. También fueron distinguidas Aída Ayala (intendenta de la ciudad de Resistencia), Leonor Lois (directora adjunta de la Dirección General de Rentas (AGIP) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), Graciela Deferrari (doctora en Matemática), Jésica Salcedo (representante del cuerpo femenino del Cuartel de Bomberos Voluntarios de La Boca) y Blanca Nieves Loria (presidenta de la comisión de Mujeres Empresarias de Cámara Regional de Comercio e Industria de Lomas de Zamora).
