Cincuenta mujeres aprenden a construir con un método de placas de poliuretano (telgopor) haciendo un módulo para una anciana de Pocito damnificada por el terremoto. Son las que continuaron en una capacitación sobre el tema y que actualmente hacen su instancia práctica mediante la construcción de este módulo compuesto por cocina y sala de estar, a doña Coca, una señora de más de 80 años que vive sobre la calle 14 y quien tras el sismo quedó con la parte delantera de su casa inhabilitada. "En este momento estamos con las instalaciones eléctricas y de agua, pero empezamos de cero en la construcción de un módulo de 24 metros cuadrados", contó Sandra Guardia, de la Cooperativa Tres Soles, de Rawson. Con su cooperativa de trabajo Sandra ya lleva 17 años en el rubro de la construcción y de hecho levantó su casa y la de su madre, pero es la primera vez que incursiona en un sistema como éste, con la satisfacción de tan noble fin. En un sentido similar opinó Dorita Sánchez, de la cooperativa Malvinas Argentinas de Pocito. "Me llamó la atención el sistema, que es liviano porque entre dos mujeres podemos levantar una de las placas, lo más pesado es hacer la platea porque primero debemos hacer el zanjeo de las cañerías, así que me gustó mucho", dijo Dorita. Para ella es una gran motivación contribuir con su trabajo para la casita de la señora y de hecho también lo ve como una posibilidad a futuro, para montar su casa propia. "Nosotros estamos inscriptos en el IPV, pero a lo mejor si tenemos posibilidad de acceder a un terreno, lo veo como una buena opción para construir nuestro hogar", contó Dorita.
Las chicas trabajan de lunes a viernes seis horas por día en grupos alternados para cumplir con los protocolos sanitarios actuales, y cuentan con el asesoramiento de un ingeniero que las dirige, un oficial de obras y un electricista.
El grupo se conformó a partir de una capacitación en construcción para mujeres que se gestionó desde el Ministerio de Desarrollo Humano provincial. La idea surgió del ingeniero civil Juan Lirio, representante de este método constructivo en San Juan y a quien se lo ocurrió generar esta capacitación el año pasado en medio de la irrupción de la pandemia. Las características que ofrece el sistema lo hace más que adaptable a la mujer y la posibilidad de dictar lo teórico bajo modalidad on line convirtieron a esta idea en una opción más que beneficiosa para las interesadas. "La particularidad es que es un sistema liviano, de hecho una placa completa pesa 12 kilos por lo que es un sistema bastante adaptable a su realización por parte de una mujer", explicó Juan Lirio.
Como miembro de una cooperativa, acercó la iniciativa a la Dirección de Cooperativas local, y Mónica Navarro, la subdirectora del organismo tomó la posta que luego permitió que se convirtiera en una capacitación con el respaldo de Desarrollo Humano. Es así que se plantearon cinco módulos, tres de ellos teóricos en modo virtual que duró tres meses el año pasado, el cuarto es la instancia práctica que realizan en este momento y con la que estas mujeres serán evaluadas y el quinto y último, es la certificación con el acompañamiento para su posterior inserción laboral en obras de municipios y clubes, además de la posible conformación de cooperativas de trabajo entre las que no estén nucleadas bajo este sistema asociativo.
Las ventajas
El sistema que aprendieron estas mujeres consiste en la construcción mediante placas estructurales con aislación térmica de poliuretano, que es más liviano que el método de ladrillos y hasta 30% más barato, ya que no requiere de columnas, estribos, vigas ni madera para encofrado.