En el primer día después del confinamiento se vio un movimiento casi normal en el microcentro sanjuanino, pero sin aglomeración de gente y respetando a rajatabla los protocolos.

A diferencia de otras oportunidades, en muy pocos bancos se formaron filas, cosa que si se observó en las casas de préstamos o Energía San Juan, por ejemplo.

En cuanto al comercio, en muchos casos se recurrió a la colocación de cordeles en las puertas para poder garantizar así el ingreso restringido de público. El uso de alcohol y barbijo es obligatorio, pero la toma de temperatura se restringe a contados locales comerciales, pese a que forma parte de los protocolos.

El transporte público desde este lunes sólo circula con pasajeros sentados, restricción que a simple vista se viene cumpliendo. Esta medida generó quejas de los usuarios ya que deben esperar mucho tiempo más a que alguna unidad les permita subir.

En los bares del microcentro tampoco se vio una masiva concurrencia de público y el interior los propietarios respetan la capacidad máxima exigida por las autoridades.


