La Fruticultura argentina tiene un rol motorizador en las economías regionales a lo largo de toda la cadena productiva desde la producción primaria hasta las distintas empresas de servicios e industrias elaboradoras de insumos y alimentos (jugos, aceites, esencias, dulces, etc.) que lo integran.

Entre 2000 y 2006 se cultivaron en promedio 600.000 ha de frutales y una producción de 7.700.000 toneladas.

El sector genera 500.000 empleos directos, distribuidos en producción, empaque, refrigeración, transporte, industrialización, administración y comercialización.

Genera un importante volumen de divisas destacables en la balanza comercial exportable nacional

Está posicionada en un lugar privilegiado en la oferta mundial de frutas de alta calidad.

Posee una posición estratégica en la oferta de fruta en contraestación respecto del Hemisferio Norte

Genera materias primas para diversas empresas alimenticias

La producción se distribuye en:

Cítricos: (32.5%) incluye limones, limas, naranjas, mandarinas y pomelos

Uvas: (31.5%):de las cuales el 96.5% se destina para vinificar (75% vino y 25% mosto), 1.8% en fresco y 1.7% se destina a pasas.

Pomáceas (26.5%) incluye manzanas y peras-

Frutas de carozo (5.3%) incluye durazno, nectarinas, ciruelas y damascos.

Frutas tropicales (3%): incluye banana, palta y mango

Otras frutas (1,2%): incluye nueces, cerezas, frutillas, higos, entre otras.