El 9 de noviembre del 2009 DIARIO DE CUYO publicó una nota sobre el estado lamentable del Monumento a los Caídos en Malvinas, ubicado en la Plaza España. A cuatro meses de esa publicación el estado es peor. Ahora lo usan de sanitario. Faltan sólo cinco días para celebrar Día del Veterano y los Caídos en la Guerra de Malvinas, y aún nadie se hecho cargo de reparar este lugar, donde cada año, se realiza el acto central de conmemoración.

Las moscas alrededor del excremento humano al lado del busto del teniente Oscar Augusto Silva (el primer sanjuanino caído en Malvinas) y el olor insoportable a orina han hecho que hasta los niños dejen de ir al monumento en honor a los soldados muertos en las islas para jugar sobre la tanqueta o el cañón que se instalaron en el lugar. A la fuente vacía, las placas robadas, los graffitis, la basura acumulada y las islas talladas en travertino, rotas, se sumó este nuevo acto de vandalismo que algunos ex combatientes consideran un atentado a la memoria de quienes dieron su vida por la Patria. "Nos duele mucho ver como se falta el respeto a los sanjuaninos que murieron en esa guerra cuando destruyen el monumento o lo usan para hacer sus necesidades -sostuvo Marcos Gómez, del Centro de Excombatientes 2 de Abril-. Y mucho más, que nadie se haga cargo. Hace 25 días presentamos una nota al intendente de Capital para que limpien el lugar, pero nunca recibimos una respuesta".

Juan Terranova, a cargo de Planificación Urbana, de la Municipalidad de la Ciudad de San Juan, dijo que no le corresponde al municipio hacerse cargo del mantenimiento de este lugar porque, como el Parque de Mayo, el Centro Cívico, el Centro de Convenciones y el Ferrourbanístico, son dependencia del Gobierno provincial. DIARIO DE CUYO trató de comunicarse con el director de Arquitectura, Pablo Zabala, para conocer qué medidas se iban a tomar para reparar los daños en este monumento antes del próximo 2 de abril y para evitar los reiterados actos vandálicos, pero nunca respondió los llamados.

No es la primera vez que este monumento en homenaje a los caídos en Malvinas es víctima del vandalismo. La primera agresión se registró en el 2002, cuando se robaron todas las placas de bronce con los nombres de los soldados muertos en combate. Después de eso las reemplazaron por unas de travertino, pero igual se las llevaron. En el 2005, dañaron el cañón antiaéreo, el busto del teniente Silva y una tanqueta. Un año después, destrozaron los artefactos lumínicos.