El 26 de Junio se conmemora el día Internacional de la Lucha contra las Drogas. La fecha fue establecida en 1897 por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas.

En la provincia, El Ministro de Desarrollo Humano, Daniel Molina, destacó el trabajo continuo de las “comunidades terapéuticas cerradas”, Proyecto Juan y Proyecto María del Carmen y del Hogar de Día San Benito.

“En el marco de las Políticas Sociales que se llevan adelante desde el Gobierno Provincial, uno de los problemas que logramos identificar tiene que ver con los adolescentes y jóvenes con problemas de adicciones. Si bien hay un centro que depende del Ministerio de Salud Publica, lo que hicimos desde el Ministerio de Desarrollo Humano y Promoción Social, fue promover ámbitos de contención y de tratamiento para las personas con problemas de adicciones”, dijo Molina.

“Lo primero que hicimos fue crear un Centro de Admisión a donde son derivado la mayoría de los casos. Desde allí se evalúa el avance de la patología y luego de eso se analiza si los chicos son enviados a un Hogar Ambulatorio, el San Benito, que funciona entre las 8 de la mañana y las 20 o si son internados en algunas de nuestras comunidades terapéuticas cerradas”, señaló el ministro.

“Uno de ellos es el Proyecto Juan, que fue el primer centro que abrimos, en donde atendemos alrededor de 50 chicos y adolescentes. Luego nos dimos la posibilidad de abrir un espacio para las chicas, en el Proyecto María del Carmen, donde atendemos actualmente alrededor de 30 chicas internadas y ya han pasado alrededor de 200 jóvenes por estos centros”, destacó.

El Ministro de Desarrollo Humano, destacó que “esta es una respuesta a un tema que necesita ser combatido, ya que perjudica la vida de los jóvenes, ya que hay muchos que necesitan este espacio de tratamiento. Por eso se decidió desde el Gobierno Provincial llevar adelante estos tres centros que tenemos en la actualidad”.

En la región no existe comunidades terapéuticas que dependan del Estado, San Juan es pionera en ese sentido, por lo cual Daniel Molina reconoció que “estamos recibiendo muy excepcionalmente algunos casos de algunos chicos que vienen de provincias vecinas”. Además adelantó que “estamos avanzando en la apertura de un centro para la internación de personas adultas que padezcan este flagelo. Se están ultimando detalles para poder ponerlo en funcionamiento en los próximos meses”.

Sobre el proceso de rehabilitación, el encargado de la cartera de Desarrollo Humano destacó que la voluntad en quienes llegan a las comunidades terapéuticas en fundamental. “Nadie que no quiera rehabilitarse logra hacerlo. Por eso es muy importante la aceptación, esto es lo que les da el acceso a la puerta de entrada a la recuperación, en los adolescentes esto es muy difícil. En las personas adultas es distinto, porque hay conciencia del consumo y tienen mayor responsabilidad en someterse al tratamiento”.

Para Molina “la familia cumple un papel fundamental”. El Ministro destaca que “aquí no solo se recupera la persona que tiene algún tipo de adicción, la familia también lo hace, ya que debe garantizar un ámbito de contención para que el joven no vuelta a tener una recaída. La familia debe estar preparada para acompañar y asumir que tuvieron un hijo que pasó una situación como es la del consumo”.

“Las familias deben asumir con responsabilidad y sin miedo que tienen un hijo que consume, esto puede pasarle a cualquier familia. Así el joven puede llegar mucho antes al proceso de recuperación y se puede evitar un daño físico, psíquico y en la salud del chico”.

Finalmente, el Ministro Molina remarcó que “cuando hay voluntad y se llega tiempo, cualquier pibe que consume drogas y quiere salir de este nefasto mundo, puede llegar a hacerlo. El hecho de que nos encontremos con una demanda importante de chicos que quieren entrar a nuestros diferentes centros demuestra que durante muchos años este tema se negaba, de este tema no se hablaba y esto nos llevó con el tiempo a querer ocuparnos de la situación”.

Hoy en día este flagelo involucra a todos sin distinción de edad, clases sociales, razas, ni religión cuando se trata del uso indebido de la drogas.