�Los módulos de emergencia son entregados en comodato a cada familia. Éstas firman una declaración jurada en la que se comprometen a cuidar de la casa. Desarrollo Humano las controlará y si detectan que no vive en el módulo la familia beneficiaria o si lo rompieron, tiene derecho a quitarles la propiedad y hasta puede hacer una denuncia penal contra el dueño del módulo. Mientras que si está siendo bien usado, los habitantes pasarán a ser titulares de la casa y el terreno.
