Por estas horas, España, está levantando una buena cosecha y está teniendo récord en sus exportaciones. La caída continuada de consumo interno en ese país va acompañada en los últimos dos años, de un incremento constante de las exportaciones de vino que están transformando al país, esencialmente, en una máquina de vender afuera lo que no logra consumir en su mercado interno y ello a costa de rebajar los precios. Según datos del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), las exportaciones españolas de vino crecieron un 29% en los primeros siete meses del año, hasta 1.235 millones de litros, por un importe de 1.201 millones de Euros, un 20% más que el año pasado. Entre enero y julio, el precio medio cayó un 7%, hasta los 97 céntimos de euros por litro, debido a la mejor marcha de productos más económicos como los vinos sin denominación de origen protegida a granel, cuya demanda se disparó un 51% en volumen y un 55% en valor. No obstante, el OEMV destaca el crecimiento de los vinos con denominación de origen protegida fraccionados, que aumentaron casi un 18% en volumen y un 19% en valor lo que representa un 42% del total del valor del vino exportado. De esta forma, el precio por litro del vino exportado repunta hasta los casi 3 euros. En el periodo agosto de 2010 a julio de 2011, las exportaciones de vino marcaron un nuevo récord, con un avance de casi el 19% en valor y un 25,6% en volumen.
