San Juan, 24 de agosto.- “Este es el mensaje, aprovechar este evento importante donde a pasar de un accidente que el tiempo dirá que fueron las causas, pese a no ser una mina de la gran minería, las características de la mina, la construcción de refugios, el acopio de víveres, combustibles, cosa que hacen a nuestro diario quehacer minero, han posibilitado que esta gente pueda sobrevivir, más la proeza técnica de poder tomar contacto.
"Es una actividad con más riesgos que otras”, señaló hoy a Radio Colón el presidente de la Cámara minera de San Juan Ricardo Martínez.
La entidad había emitido un comunicado resaltando que el agua y al aire que los grupos antimineros denuncian contaminados son los que le permitieron a los mineros atrapados sobrevivir.
“Hay que destacar también la unidad del pueblo chileno, que representado por sus dirigentes estaba todo allí, al momento de dar la noticia del encuentro”, destacó Martínez. “Ese pueblo chileno que vive y traspira minería”, destacó.
“Se ha visto que la minería tiene un comportamiento responsable. Pero muchos acontecimientos propios del trabajo son difíciles de prever”, apuntó. Ese comportamiento responsable que Martínez le atribuye al ente abstracto de la minería, se da de frente con este caso, al menos, incluso en las palabras del mismo gobierno chileno.
El gobierno trasandino reprochó la actitud de los dueños del yacimiento San José, donde se por no haber adoptado las medidas de seguridad que hubieran evitado el accidente y no garantizar ahora el pago de los salarios.
El ministro de Minería, Laurence Golborne, quién durante todo este tiempo ha dirigido personalmente las labores de rescate, declaró que le parece “sorprendente” que la empresa no garantice los sueldos de sus trabajadores y sostuvo que su forma de actuar “deja mucho que desear”.
Por otra parte, quienes aparecen como los verdaderos artífices del encuentro son los familiares que no se resignaron a la decisión empresarial de dar por terminada la búsqueda. El 17 de agosto, las autoridades informaron que las máquinas perforadoras se toparon con una roca de 700.000 toneladas, y expertos ligados a la minera aconsejaron no continuar con el trabajo.
