La batalla entre los futbolistas de los 41 goles -ya son 42 para el portugués- fue para Cristiano Ronaldo, que con una acción puntual se sacó una espina clavada y fue netamente superior a Lionel Messi.

El argentino estuvo apagado, como el resto de su equipo, y en la primera parte sólo brilló al regalar una asistencia de oro que Xavi Hernández malogró ante Iker Casillas.

Perdido en la telaraña blanca, el de Rosario no fue asistido como es habitual, ya que perdió la conexión con Iniesta, Xavi o Thiago, totalmente inexistente en zona de peligro.

En la segunda mitad se desataron las hostilidades entre las dos estrellas. Primero atacó Messi, pero la respuesta de Cristiano fue letal.

El argentino realizó una diagonal con el balón pegado a los pies, que acabó con la sucesión de remates y el gol de Alexis Sánchez.

Parecía que el partido se ponía de cara para la remontada azulgrana, pero inmediatamente reaccionó el portugués, sellando la liga española con el primer triunfo blanco en el Camp Nou en cuatro años.