Visto de arriba, el cruce de las rutas nacionales 20 y 141, donde nace el camino que va directo a la Difunta Correa, parece un colorido juego de mesa. Es que los operarios de Vialidad Nacional están pintando líneas en el pavimento y colocando parantes al tono, todos con colores que brillan al reflejar la luz, además de agregar carteles a la orilla para mejorar la señalización vial en ese lugar. Los trabajos comenzaron el lunes pasado y la idea es, a futuro, hacer una rotonda en ese mismo cruce.

La elección de ese lugar para realizar todas estas tareas de demarcación vial no es casual. Según un informe periodístico que elaboró hace unos meses DIARIO DE CUYO, ese punto es uno de los cuatro más peligrosos de toda la ruta 20 en San Juan, que en sólo un año concentraron 20 de 27 choques y 18 de las 19 muertes en accidentes de tránsito en la provincia.

Específicamente en el empalme de las rutas 20 y 141, en ese periodo el cruce cosechó 4 muertes y 8 heridos de gravedad en distintas colisiones. Por esa intersección tiene una alta frecuencia el paso de los transportes de carga que van y vienen de Buenos Aires, así como el de los peregrinos y automovilistas que van al oratorio de Vallecito.

Por eso, hasta que se comience con la obra de la rotonda (para la que aún no tienen plazo), desde el 9no Distrito de Vialidad decidieron salir a realizar la nueva señalización horizontal y vertical, que incluye carteles, tachas reflectivas y refuerzo de pintura en las líneas indicadoras en el pavimento. Y lo que distingue a las demás tareas realizadas en otras rutas nacionales que hay en la provincia es la instalación de ‘delineadores verticales‘, que son parantes rebatibles de PVC, de alrededor de 1 metro de alto, que cumplen la función de guardarrail, a la vez de encauzar mejor el tránsito y brindarle mayor visibilidad (tanto diurna como nocturna) al empalme de ambas rutas.

Estos delineadores, según indicaron desde Vialidad, podrían ser aplicados a futuro también en algunos cruces peligrosos de la ruta 40, como las zonas previas al Acceso Sur. De todos modos, por ahora es sólo una idea.

En tanto que en la zona caucetera donde se unen la 20 y la 141 los operarios seguirán trabajando unos días más, por lo que los conductores son orientados por banderilleros que les indican el paso, para poder continuar con las obras sin necesidad de cortar el tránsito.

Desde Vialidad Nacional dijeron que el objetivo que se persigue con este refuerzo de la señalización es que los conductores reduzcan su velocidad en ese sector tan peligroso. Y lo último que se hará, esta semana o la próxima, será colocar las tachas en el suelo para brindar mayor visibilidad a ambos caminos.