El acto que encabezó ayer el gobernador José Luis Gioja en la plaza seca del Centro Cívico tuvo un eje claramente marcado en lo emotivo. Tanto, que las filas solemnes de militares, ex combatientes y ex marinos se rompieron en varias oportunidades para que sus integrantes aplaudieran y, en muchos casos, se secaran las lágrimas. El acto consistió en entregar medallas de honor a veteranos de la Guerra de Malvinas y banderas y condecoraciones a familiares de sanjuaninos caídos en el conflicto. Una mujer, madre de un militar muerto en la guerra, fue literalmente envuelta en una bandera nacional por parte del Gobernador y el titular de la Delegación Naval local, Alvaro José Martínez (también veterano de Malvinas). Y su llanto fue reproducido por casi todos los uniformados y entrajados que había ayer en el edificio.