El 80 por ciento de los especiales debió ser acortado a último momento, por factores climáticos fundamentalmente. En la primera semana, por las lluvias y en la segunda, por el intenso calor. Ontiveros relató que notó una mayor preocupación de la organización por evitar riesgos de vida. “Por ejemplo, los helicópteros transportaban agua muy fría desde camiones frigoríficos. Así, en el medio de un desierto infernal como fue el control de paso en la Difunta Teresa, en la etapa de San Juan, los propios comisarios te abastecían de agua”.
Y respecto al recorrido, el piloto reconoció que “la primera semana no me favorecía ni me gustaba, pero el Dakar es así. Para hacer 15 días de carrera siempre tiene que haber un poco de todo. Y aparte se cayó Perú, que si hubiera existido, cambiaba todo. No hubiera sido solamente caminos, sino que se hubieran intercalado muchas etapas de navegación”.
