“Es un camino que puede resolver el problema. Yo no soy optimista ni pesimista, creo que hay que intentarlo, meditarlo, hay que ponerle ganas para lograr una construcción que nos contenga a todos. En provincias donde hubo proyectos hegemónicos, como pasó con los Saadi en Catamarca y los Juárez en Santiago del Estero, necesitaron este tipo de construcciones opositoras para terminar con la hegemonía”.