Un panorama común en todas las escuelas en las que se realizaron las votaciones fue el orden que hubo en la puerta de los establecimientos.
En la mayoría de estos sitios, los efectivos de la Policía destinaron puntos para el estacionamiento de vehículos, e incluso dejaron un espacio exclusivo para colocar las motos de los votantes. En algunas escuelas de Pocito hasta transformaron la calle en peatonal para darle más seguridad a la gente que llegaba hasta el lugar.
Los únicos vehículos que tenían permiso de estacionarse en la puerta de las escuelas fueron los que trasladaron personas con discapacidades o de avanzada edad. En esos casos fueron los efectivos de la Policía los que ayudaron en el descenso y ascenso de los votantes.
Los vendedores ambulantes también tuvieron su lugar y fueron colocados a una cuadra de las escuelas. Afuera de los establecimientos se apostaron los efectivos de la Policía para resguardar el orden, mientras que adentro de las escuelas estuvo el personal de Gendarmería Nacional.
Los vehículos de los partidos políticos que trasladaron a los votantes tampoco pudieron estacionarse al frente de las escuelas. Esto, para evitar el amontonamiento de movilidades. La organización evitó que hubiese congestión de tránsito. Aunque esto hizo que proliferaran los cuidacoches.