“Somos de Campo Afuera y nos vinimos cerca de las 20”, dijo Ricardo López, mientras que junto a ellos estuvo una familia de Chimbas que llegó minutos después, para tener una buena ubicación. Al igual que ellos hubo muchos que hicieron más de 9 horas de picnic para disfrutar desde el inicio y hasta el final la Fiesta de Albardón.
El Predio Latinoamericano se trasformó en el punto de encuentro de los albardoneros y de las personas de otros departamentos. La gente llegó desde temprano y se fue poco tiempo antes de que el sol apareciera nuevamente. Sin embargo, en ningún momento se aburrieron o se cansaron del festejo departamental. Hubo personas que bailaron y cantaron con cada una de las bandas que subieron al escenario.
Como sucede todos los años los picnic pintaron distintas postales en el lugar de la fiesta. Si bien la Municipalidad de Albardón inauguró una extensión nueva del predio para que todos estuvieran más cómodos, durante la primera noche no quedaron espacios en blanco en el césped del predio. Desde la organización dijeron que hubo más de 40.000 personas y todas se hicieron notar. De hecho, en los alrededores de la sede de la fiesta no se podía ni caminar.
“Estamos más cómodos que otros años, pero sabemos que debemos venir temprano si no quedamos muy atrás”, dijo Marcela Quiroga, otra mujer de Albardón que desde hace años no se pierde la fiesta de aniversario de su departamento.
Mantas tiradas por todos lados, reposeras, bancos y hasta sillones plegables decoraron el predio. En esos picnic no faltó la conservadora con bebidas bien frescas, los abrigos por si refrescaba y la comida. Los sánguches de milanesas, las pizzas y las empanadas fueron los menúes más elegidos por las personas que acamparon en el predio de la fiesta.
Fuegos artificiales imperdibles
“Que comience la fiesta”, dijo el intendente de Albardón y de inmediato empezó un show de fuegos artificiales. La gente, en el predio, sacó los celulares y no dejó de filmar y fotografiar ese espectáculo.
En el cordón de la calle
En el predio de la fiesta hubo tanta gente que algunos hasta se sentaron en el cordón de la calle. Hubo gente que llegó en bicicleta, caminando y hasta con los perros. Es que nadie quiso quedar afuera del festejo.
Muchos juegos para los niños
En una de las zonas nuevas del Predio Lationoamericano hubo un gran patio de juego para los niños. Inflables gigantes, juegos con agua y hasta una kermes hicieron que los chicos también tuvieran su lugar.
Una feria para todos los gustos
Hubo una gran feria en que estuvieron los artesanos, vendedores de juguetes, comidas caseras, helados y hasta frutas y verduras. Es decir, una feria para que todos pudieran comprar.