16 de abril de 2015. La fecha en el que la exmujer de Emilio lo denunció penalmente por abusar presuntamente de su hija. A la fecha, el juicio no se hizo. A la fecha, no ve a sus dos hijos, que ahora tienen 8 la nena y 6 años el varón. Más allá que será la Justicia local la que dará veredicto a la causa, hay dos personas más que sufren a diario no tener contacto con ellos y que, en esta historia, no tienen nada que ver: los abuelos paternos.
Norma y Eduardo a sus 60 años ven pasar el tiempo sin poder ver a sus nietitos, a quienes su exnuera les impidió judicialmente hacerlo desde cuando la nena tenía 3 años y el varón un año y dos meses. Crecen sin la presencia de una parte de su familia.
Ambos sostienen la lucha de su hijo por recomponer el vínculo, pero sufren a la par. Para estos abuelos la hijita de Emilio fue la primera nieta y el nene el tercero (tienen 8 nietos actualmente). ”Como vivía cerca, pasaba todo el tiempo con nosotros. Desde que era una beba hasta que fue creciendo… es todo muy doloroso, de un día para el otro no la pudimos ver”, cuenta Norma.
Como buenas personas mayores, además del camino judicial intentaron entablar con su madre un diálogo mínimo para lograr ver a sus nietos. Fueron con regalos en mano a la puerta de la casa de la exnuera a intentar saludarlos para los cumpleaños, Reyes, Navidad. Dicen que no hubo caso, que se encontraron con el impedimento de verlos por parte de su exnuera.
“Qué tenemos que ver nosotros, ¿usted se imagina lo que es volver a ver a un nieto después de tanto tiempo? Vaya a saber que le contaron, que le metieron en esas cabecitas”, agrega Eduardo.
En este tiempo la Justicia sanjuanina dio pasos, todos pequeños y lentos. Cuando el Juzgado de Menores de Jorge Toro el 12 de octubre de 2017 encausó la revinculacón con los abuelos paternos, inició un camino que a esta altura de los acontecimientos no tiene ni pie ni cabeza. No se avanzó para que ese contacto entre abuelos y nietos se haga efectivo.
Emilio, su mujer Emilia y estos abuelos impedidos de ver a sus nietos forma parte fundacional de ‘Papás en Lucha‘, un espacio en San Juan que aglutina a personas que perdieron el vínculo con sus hijos o nietos por razones que consideran injustas
En tanto que Emilio, papá de las criaturas, debe esperar la fecha del juicio, trámite que instruye el Cuarto Juzgado de Instrucción. En cuanto a ver a sus hijos, pesa a la fecha una restricción de acercamiento emitida por el Primer Juzgado de Menores.
Emilio fue denunciado, previa amenaza por mensaje de su exmujer que jugaría “su carta más fuerte” (consta en el expediente la captura de los mensajes), por abuso sexual en perjuicio de su propia hija. Por esto, pasó dos días preso, perdió el trabajo y carga sobre sus espaldas, hasta que la Justicia lo condene o no, con una severa acusación.
El informe del médico legista al igual que la Cámara Gesell (se hizo un año y medio después del hecho), no arrojaron elementos contundentes. "Quiero que se haga ya el juicio y que se caiga esta falsa denuncia que me hicieron. A mi ya me arruinaron la vida", apunta Emilio.