El caso de la desaparición de dos niños españoles, que provocó gran impacto en la opinión pública, dio ayer un vuelco al revelarse que dos informes periciales hallaron restos humanos de menores en una hoguera realizada en una finca de la familia paterna.
El ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz, explicó que los resultados de esos dos informes de expertos antropólogos contradicen a un primer estudio realizado por la policía científica poco después de la desaparición de los niños, en octubre de 2011.
De acuerdo al informe policial de hace 10 meses, los restos hallados en la hoguera encontrada en la finca Las Quemadillas, propiedad de los abuelos paternos de los menores Ruth y José Bretón, de 6 y 2 años, respectivamente, correspondían a ‘huesos de pequeños animales‘.
Pero ayer, después de filtrarse a los medios, el ministro reconoció que dos informes externos revelaron la existencia de huesos humanos correspondientes a niños de la edad de los desaparecidos. Fernández Díaz señaló que la hoguera pudo alcanzar temperaturas superiores a los 800 grados debido a que el principal acusado la manipuló para convertirla en una especie de horno crematorio que hace imposible hallar el ADN de los restos.
El padre de los niños, José Bretón, que se encontraba con los menores en el momento de su desaparición, y que ya estaba en prisión, mantiene que los perdió cuando paseaba con ellos por un parque de la ciudad de Córdoba (Sur). Él es el único imputado.
Los padres de los menores estaban separados. La hipótesis es que se trató de una venganza de Bretón contra la madre de los niños que le había pedido el divorcio, por “vejaciones y presiones”. La investigación se centró desde el principio en la finca de los Bretón en Córdoba, donde José estuvo con sus hijos antes de llevarlos al parque, lugar del que desaparecieron el 8 de octubre. Según Bretón, los niños desaparecieron mientras jugaban en el parque, cuando estaban bajo su custodia. Los dos hermanos vivían en Huelva con su madre y habían viajado a Córdoba a pasar el fin de semana con su padre.
La madre de los niños, Ruth Ortis, que había denunciado a Bretón, encargó un informe externo al reconocido experto forense, Francisco Etxeberria. El realizó este nuevo análisis de los restos óseos que la policía atribuyó inicialmente a animales. Mientras el ministro del Interior atribuyó a un “error científico” la primera prueba oficial, Etxeberria afirmó que los dos niños “fueron víctimas de una muerte violenta de tipo homicida”.
Fuentes: Efe y Télam

