�Un panorama de lujo no parece ser muy del agrado del veterano Pepe Mujica, que en 2010 vendió la residencia presidencial de verano de Punta del Este, en la que sí se habían alojado algunos predecesores suyos. La decisión del mandatario contrasta, sin embargo, con la gran promoción por parte del Gobierno uruguayo de ese destino de playa. No en vano el turismo representa el 6% del PIB y genera 150.000 empleos en un país de apenas 3,3 millones de habitantes. Por eso, Mujica se espanta del cepo cambiario en Argentina que frena el turismo hacia otro lado del Plata.