“Fue una pelea dura que se me complicó al principio. Pega fuerte Molina, pero las dos veces que me tiró me agarró cerca de la nuca y me aflojó las piernas. Por suerte venía preparado muy bien y la pude dar vuelta. Me alegra que la hayan disfrutado tanto y que me digan que puede ser la pelea del año”, sostuvo Lucas Matthysse ante la consulta de la televisión estadounidense.
No habló el trelewense de futuro. Sólo dijo: “Yo quiero la revancha contra García porque esa noche él tuvo suerte. Con los dos ojos bien, otra hubiese sido la historia. También quiero una pelea de título aunque haré lo que me digan Mario Arano y Golden Boy. Ahora, lo que sí quiero es un buen descanso”.
Después, más tranquilo mientras festejaba en el restaurante argentino “Ushuaia”, de Santa Mónica, ciudad balnearia a media hora del “bunker” de Lucas, ubicado en el hotel Millenium Biltmore, el púgil argentino confió los siguiente: “Quizá al principio me costó la vuelta al ring. Hacía siete meses que no peleaba y tenía mucho que perder. Me fui al piso y después quise arrancarle la cabeza. Pero luego me tranquilicé y pude ganar”.
