En una ceremonia atípica por la pandemia de coronavirus pero que finalmente pudo concretarse, decenas de fieles fueron hasta la Parroquia Santo Domingo de Guzmán, en el Barrio Parque Industrial, Chimbas, para rendirle homenaje y también llevarle pedidos a San Cayetano.
Como ya es tradicional cada 7 de agosto, Monseñor Jorge Lozano encabezó la misa y, en un su sermón, expresó que “estamos saludando a San Cayetano en su casa, pero en realidad San Cayetano es el que viene a nosotros, viene a nuestra vida, a nuestro corazón. Es un Santo salidor, le gusta andar entre su gente. Y esta visita que nos hace cada día 7, especialmente el 7 de agosto, nos ayuda a acercarnos más a Jesús porque él es un amigo de Jesús y de todos nosotros”.
A continuación, el Arzobispo de San juan de Cuyo dijo que “en una de las reuniones del Acuerdo San Juan insistíamos en esto de que nadie se salva solo, porque más allá de la confesión religiosa que podamos tener, somos hijos del mismo padre”.
En el mismo sentido, citó al papa emérito Benedicto XVI y al papa Francisco e insistió con la misma frase que anteriormente mencionó, al manifestar que “en estos tiempos de pandemia tenemos que crecer en solidaridad, tenemos que compartir, brindar nuestra vida hacia los más pobres, porque nadie se salva solo”.
Por último, reivindicó a San Cayetano una vez más: “lo tenemos como el patrono del pan y del trabajo. Y ambos conceptos están unidos, porque el pan llega a la mesa producto del trabajo que hacemos”.