Hacen batallas, pero no pelean. Todos se conocen y se respetan, y si bien están divididos en crew (equipos), no tienen rivalidades. Dicen que todos persiguen el mismo objetivo, que es divertirse a través de rimas y que suman gente sin importar la clase social, la edad o el sexo. Así definieron chicos sanjuaninos al mundo del freestyle o rap improvisado, una moda que cada vez gana más espacio en las plazas de toda la provincia.
Con gorras de visera chata, pañuelos de colores en el cuello, algunos aros, camperas que les llegan a las rodillas y con el ingenio en su mayor expresión, los chicos demuestran sus habilidades raperas. Ocupan varios rincones de las plazas y le ponen música a las tardes. Sobre todo los viernes, sábados y domingos. Pues la mayoría trabaja o estudia.
Según los chicos que practican esta actividad, en San Juan se hace desde hace muchos años, al menos 10, pero siempre estuvieron un poco ocultos. ‘Pero ahora estamos recibiendo mucho apoyo de los municipios y por eso cada vez llegamos a más departamentos. De esta forma estamos atrayendo a más chicos a que se sumen a esta cultura que es muy divertida y que nos obliga a hablar con propiedad, leer y usar la imaginación’, dijo Emiliano Montero, un joven de 18 años que es uno de los que suele organizar los campeonatos en las plazas.
Los jóvenes dijeron que en San Juan hay más de 100 personas que hacen freestyle y que si bien la mayoría son hombres, actualmente hay 4 mujeres que se están animando a batallar. En cuanto a la franja etaria de la cultura rapera dijeron que en la provincia hay chicos desde los 7 años que ya empezaron a competir. Mientras que los más grandes tienen más de 35.
‘Son peleas muy sanas y hay muchos niños que van con sus hermanos más grandes. Nosotros los hacemos competir de igual a igual para que pierdan el miedo y la vergüenza’, dijo Alexis Villalba, que también tiene 18 años.
La plaza 25 de Mayo fue el principal punto de encuentro durante varios años. Hasta ahí llegaban jóvenes de distintos departamentos. Luego comenzaron a tomar la Aberastain, la Hipólito Yrigoyen o la Laprida, pero siempre en el centro sanjuanino. ‘Hasta que empezamos a pedir ayuda a los municipios para que nos dieran premios y nos prestaran sonido. Esto, para que las competencias fueran mejores. Así llegamos a muchos departamentos. Yo conocí varios lugares gracias al freestyle’, agregó Lorenzo Rojas, que tiene 19 años y que pasó de bailar break dance, a hacer rap. Los chicos dijeron que en este contexto ya hicieron competencias en Caucete, 25 de Mayo, Pocito, Chimbas y más departamentos.
