La creciente tensión entre ambas Coreas ha preocupado a inversionistas, que temen que una confrontación lleve a conflictos en la región, donde se ubican la segunda y tercera mayor economía del mundo: Japón y China. Muchos analistas indican que ninguna de las partes está preparada para una guerra, pero advierten que podrían registrarse un mayor número de escaramuzas, especialmente en su su disputada frontera marítima frente a la costa Oeste.