Baile para descansar. La pausa de los 25 kilómetros de la peregrinación entre la Catedral y el complejo Ceferino Namuncurá ocurrió en el camping de San Martín. Allí, además de almorzar, los jóvenes también bailaron y cantaron antes de reanudar la marcha.

 

El camping de San Martín ya estaba en su esplendor con los participantes la 41ta edición de la Peregrinación Arquidiocesana de Jóvenes a Ceferino Namuncurá que decidió realizar en ese predio una pausa, cuando los últimos de la columna conformada por 3.000 personas -que comenzó 3 horas y 15 kilómetros antes en la Catedral- igual hicieron una entrada triunfal.

Una veintena de angaqueros lograron la atención de todos con sus cánticos, una enorme bandera con el nombre de la agrupación -"Misioneros del Carmen"- y una simpática figura de Jesús, que estaba en sintonía con el lema de la ocasión: "Vive Cristo, esperanza nuestra", movilizado con el mensaje de la exhortación apostólica "Christus Vivit", redactada por el papa Francisco y dirigida a todos los jóvenes.

Apoyo. Personal de los municipios de Santa Lucía y de San Martín asistió con agua a los peregrinos.

Si bien, una decena de personas fue asistida por alguna molestia muscular, al momento de la pausa de la peregrinación, todos los integrantes mostraban buen ánimo y ninguna preocupación por guardar energías para afrontar todavía los 10 kilómetros restantes hasta el predio Ceferino Namuncurá donde se realizó por la tarde la Celebración Eucarística.

Escenario ideal para picnic multitudinario, en el camping se vio toda clase de almuerzos. Si bien los panchos, porciones de pizza y sánguches de fiambre predominaron, una familia aprovechó las instalaciones para preparar pollo al disco. Mientras revolvía con la cuchara de madera Sebastián Sillero contó que su sobrina Abril se había propuesto hacer por primera vez la Peregrinación y consiguió que varios familiares la acompañasen. Sebastián decidió esperarlos en el camping para preparar un plato que sorprendió a más de uno.

En grupos. Los jóvenes disfrutaron de la peregrinación cantando, orando y también conversando.

Integrante del "Movimiento Círculo de Juventud", María de las Mercedes afirmó que era su séptima participación y que en esta edición le llamó la atención ver a más adolescentes de la primera etapa del secundario. A su lado, Micaela experimentaba su primera Peregrinación y decía que disfrutaba todo, rodeada de amigos y nuevos conocidos.

En el escenario invitaban a las agrupaciones a bailar un momento sobre el playón y prácticamente no hubo resistencia. Ya habían aplaudido a una agrupación folklórica boliviana y los jóvenes mostraban que físicamente también estaban de buen ánimo. De a poco, los manteles se doblaron y las guitarras volvieron a sus estuches. La columna volvía a la ruta 170 para caminar hasta el predio Ceferino Namuncurá. "Recién a la noche te empieza a doler algún músculo, pero siempre se vuelve por lo que se disfruta", repasó la experimentada María de las Mercedes.

 

Protagonistas

JOSÉ CARDOZO – Sacerdote

 

"Muchos de estos jóvenes están haciendo un camino de Fe y muchos otros están en búsqueda de aquello que pueda hacerles vibrar el corazón. Aquí contemplamos una juventud viva, llena de sueños y de esperanzas, que renueva los desafíos que plantearon otras generaciones".

MARIANELA Y CELESTE VIDAL – Peregrinas

 

"Somos mellizas y es la sexta vez que participamos en la Peregrinación. Las tres últimas las hicimos con nuestras perras, Lula y Dakota. Más allá del cansancio físico, sentimos en esto que es una búsqueda de Dios. Aquí se contagia la esperanza y se moviliza el interés de la juventud".

SEBASTIÁN SILLERO – Familiar de peregrinos

 

"Mi sobrina Abril quiso participar por primera vez en la Peregrinación y convenció a varios familiares para que la acompañasen desde la Catedral hasta Ceferino Namuncurá, como a mi esposa Carla y al primo Nicolás de 7 años, entre otros. Yo vine al camping a prepararles el almuerzo, un pollo al disco".

Producción. En la peregrinación se pintaron varias mejillas con una "E" verde, simbolizando la esperanza y se decoraron unas manos de tela.
Show. Danzantes de la Virgen de Copacabana bailaron ritmos tradicionales de Bolivia para acompañar a los peregrinos que luego coparon el escenario.