�Angelina Jolie inició su batalla de prevención del cáncer hace dos años. Un simple análisis de sangre reveló que es portadora de la mutación genética del gen BRCA1, un gen supresor de tumores. En febrero de 2013 inicia el proceso para someterse a una adenomastectomía bilateral. 9 semanas después de la operación quirúrgica le reconstruyen los senos con implantes.
En marzo de 2014 se somete a un análisis de sangre para medir los niveles la proteína CA-125 (ésta se encuentra más en las células del cáncer ovárico). El análisis es normal pero los médicos encontraron un número elevado de marcadores de inflamación (éstos, junto a los valores de CA-125 puede tomarse como un signo de cáncer temprano).
Días después se somete a un escáner que muestra que no había señales de cáncer. Decide practicarse una histerectomía – para extirpar los ovarios y las trompas de Falopio. Inicia un tratamiento de hormonas para compensar las alteraciones hormonales similares a una menopausia precoz provocada por la histerectomía.
Gerardo Ventura, ginecólogo y especialista en mastología, dijo que para tratar el riesgo de cáncer de ovario la ovariectomía no es recomendable entre las mujeres que aún no han alcanzado la menopausia. Con la retirada de los ovarios se desencadenan alteraciones hormonales similares a una menopausia precoz además de suprimir la capacidad de reproducción.
Por ello, la recomendación del especialista consiste en esperar a los 50 años y, mientras tanto, someter a controles ecográficos a los ovarios cada seis meses.