Con sentir nacional. Los chicos que asisten a la Colonia de Verano en Angaco aprenden a bailar danzas folclóricas. Las clases también incluyen una pequeña parte teórica sobre los orígenes de las disciplinas que les enseñan.

 

En la Colonia de Verano de Angaco son tantas y tan variadas las actividades para los chicos, que debieron planificarlas para alternar momentos de mucha adrenalina con otros de mayor relax. En este marco, los niños que asisten a la misma pasan de un chapuzón en la pileta a aprender danzas folclóricas o a realizar manualidades, aunque deban manejarse contrarreloj para poder participar en todas las propuestas.

Desde que llegan al predio comienza la adrenalina. Todos se apresuran a dejar sus mochilas para desayunar, sin pérdida de tiempo, la leche chocolatada con galletas. Es que después de eso comienza la diversión a pleno.

Los más grandes copan las canchas para la práctica de fútbol y básquet, mientras de fondo se escucha los acordes de un carnavalito. Es que los más chicos ya están listos para comenzar con la clase de baile folclórico. "Queremos que los niños aprendan lo básico de esta danza para que conozcan nuestras costumbres. Y les encanta participar de esta actividad que está a cargo de una profesora de música", dijo Marcelo Becerra, coordinador de esta colonia.

Uno de los grupos de las chicas salió agitado de la pileta, tras media hora de juegos y zambullidas. Para bajar la adrenalina comenzaron a realizar manualidades con cartulinas y gomaeva. Es que luego les toca el turno de aprender folclore y contarán con un público entusiasta. Son los adultos mayores que también participan de la colonia y que hasta se emocionan al ver bailar gatos y chacareras a los más pequeños. "Es muy lindo que les enseñen folclore a los chicos porque así no se perderán nuestras costumbres", dijo una de las abuelas que presenció la clase.

La actividad para los adultos mayores también alterna relax con adrenalina. Ellos arrancan la mañana con una mateada y jugando a la lotería, dentro del salón para mantenerse alejados del bullicio de los chicos. Pero cerca del mediodía también dan rienda suelta a la acción. Ingresan a la pileta para hacer un poco de ejercicio y jugar.

 

Protagonistas

 

AILÉN RÍOS – Cumpleañera

Ayer cumplió 12 años y es la primera vez que le toca festejarlo en la Colonia de Verano. Llevó una torta para compartir con su grupo y tuvo que darle el mordiscón.

 

MARTINA GONZÁLEZ – La infaltable

Tiene 9 años y dijo que tiene asistencia perfecta en la colonia. Agregó que le gustan todas las actividades que proponen y que por eso no le gusta faltar ningún día.

MAGALÍ SALEM – La madrugadora

Dijo que todas las mañanas se levanta más temprano de lo necesario para asistir a la colonia. Es porque le gusta revisar la mochila para cerciorarse de que no se olvida de nada.

LOS JUANES – Los bromistas

Juan Ignacio y Juan Cruz Ferreira son hermanos mellizos y tienen 9 años. Como son tan parecidos físicamente se hacen pasar por el otro para hacerles una broma a sus compañeros.

BRUNO ZAPATA – El valiente

Tiene 7 años. Dijo que le gusta tanto zambullirse en el agua que igual lo hace a pesar de que haga frío en la mañana. Agregó que también la gusta mucho practicar fútbol.

 

Trabajo social

En la primera semana de realización de la Colonia de Verano de Angaco ya se detectó el caso de una nena víctima de abuso por parte de un familiar, según dijo Marcelo Becerra, coordinador de la misma. Agregó que inmediatamente se comunicó el caso a las autoridades.

Participantes

684 son los niños que asisten a la Colonia de Verano que se desarrolla en el Complejo Turístico Municipal de Angaco.

 

Diversión asegurada

Zambullirse en la pileta sigue siendo la actividad favorita de los chicos que asisten a las colonias. No sólo aprenden lo básico sobre natación, sino que participan en diversos juegos acuáticos.

 

Para recuperar energía

Muchos chicos eligen los juegos de mesa para recuperar energías tras una intensa jornada de prácticas deportivas, tanto dentro como fuera del agua.