Deslumbrante. Los niños danzantes de la Virgen de Copacabana deslumbraron al público con sus trajes y el entusiasmo con el que bailaron para rendirle honor a la Patrona de Bolivia.

 

Algunos no les llegaban ni a la cintura a los jóvenes y adultos, pero bailaron con la misma energía y devoción que ellos. Fueron los niños que ayer danzaron en honor a la Virgen de Copacabana, Patrona de Bolivia. Fue durante las Fiestas Patronales que arrancaron con una misa en la Catedral y continuó con una caravana de fe hasta la Villa Saffe.

Unos 600 danzantes, entre caporales, tinkus y morenos le bailaron a la Virgen copando la Avenida Ignacio de la Roza con ritmo, brillo y color. Pero los que más se destacaron fueron los 40 niños de entre 4 y 13 años por su entusiasmo. Vistieron una réplica exacta de los trajes que usaron los mayores y bailaron a la par de ellos. Y lo hicieron sin perder el ritmo, los pasos y la energía durante las 5 cuadras que incluyó el recorrido de la danza.

 

El inicio. La apertura del baile religioso estuvo a cargo de los danzantes que llegaron desde Mendoza que, además de bailar, también cantaron.

 

Majestuosos. El brillo y el colorido de los trajes de los danzantes cautivaron a la gente que se agolpó en la calle para ver su paso.

 

Ya en la puerta de la Catedral los chicos se convirtieron en la principal atracción de la gente, tanto de la que participó de la misa junto a la comunidad boliviana, como la que se acercó atraída por la belleza de los trajes. Estas personas se dedicaron a tomarles fotos a los pequeños danzantes antes de iniciar el baile o a filmarlos con los celulares, actividad que también desarrollaron cuando los chicos estaban en plena danza.

Tras el baile, los danzantes se sumaron a la caravana para llegar hasta la Villa Saffe donde continuaron las actividades en honor a la Virgen. Allí grandes y chicos volvieron a bailar.

 

 

Celebración religiosa
A las 11, en la Catedral, se celebró una misa en el marco de las Fiestas Patronales de la Virgen de Copacabana, ante los bolivianos que residen en San Juan y los que llegaron de Mendoza y Tucumán.
Saludo con emoción
Tras la misa, sacaron dos imágenes de la Patrona de Bolivia al atrio de la Catedral para que sus devotos pudieran saludarla. La gente les arrojó papel picado para rendirles honor.
Hermandad entre pueblos
En el atrio de la Catedral se entonó el Himno Nacional Argentino, interpretado por la Banda de Música del DIM 22, y el Himno Nacional de Bolivia, interpretado por la Banda de Música Boliviana, de Mendoza.

 

Reparto de bendiciones
Desde una de las movilidades que participó en la caravana de la fe se repartió entre la gente una pequeña imagen de madera de la Virgen de Copacabana y una estampita con una oración, bendecidas.

 

 

Algunos detalles

 

Lleno total

Como en el interior de la Iglesia Catedral no quedó lugar disponible durante la celebración de la misa en honor a la Virgen de Copacabana, varios de los danzantes se instalaron en la Plaza 25. Aprovecharon para tomarse fotos junto a la fuente para llevarse de recuerdo.

 

Los inicios

En un comienzo fueron 6 familias bolivianas residentes en la provincia las que se reunían a rendir honor a su Patrona. Fueron sus hijos los primeros en danzar. Luego surgió la idea de bailarle todos los años, como se hace en Bolivia. Varios danzantes son sanjuaninos.

 

En camino

La familia Aguilar Franco no pudo ver concretado el sueño de inaugurar para estas Fiestas Patronales la capilla de la Virgen de Copacabana, una obra que le pertenece. Sí pudo inaugurar un par de departamentos para alojar a los danzantes que llegaron desde otras provincias.

 

Para compartir

Como todos los años, la familia Aguilar Franco, organizadora de la fiesta en honor a la Virgen junto a la Fraternidad Centralista Boliviana, organizó un almuerzo para todos los danzantes locales y los que llegaron desde otras provincias a participar de las Fiestas Patronales.