En el complejo Punta Tabasco, los juegos de agua no tuvieron descanso durante todo el día y en algunos, las filas de chicos que esperaban su turno no aflojaron por horas. Y es que pese a mojarse y arriesgarse a un resfrío, eran una verdadera tentación difícil de resistir para los jóvenes. El juego más solicitado fue el Waterball, grandes esferas infladas que permitían caminar sobre el agua de una pileta. Lo siguió en el ranking la Cancha enjabonada, con equipos mixtos dispuestos a resbalar y darse porrazos con tal de hacer un gol, en partidos llenos de carcajadas. A su vez, en la Pista enjabonada se podía tomar carrera y largarse de pechito, pero las cinchadas resultaron más divertidas. En tanto, el Hombre al agua tuvo su momento de gloria hasta que una rotura en el blanco lo dejó fuera de servicio. El calor y el parador cerca del escenario fueron los mejores aliados de los chicos para secarse las ropas.
