Fue todo un acontecimiento. La explanada de cemento se transformó en una especie de alfombra roja para recibir a los invitados especiales a la gran gala de inauguración. Las cámaras de numerosos medios gráficos y de la televisión registraron cómo las figuras llegaban sucesivamente y de manera puntual para el estreno de Carmina Burana. Funcionarios y autoridades gubernamentales; jueces y fiscales; personalidades destacadas del arte y la cultura local; representantes de la Iglesia; empresarios y reconocidos personajes populares como ‘El Tatá’ tuvieron un protagonismo inusitado ante los flashes.
Coloridos trajes y vestidos de noche lucieron su glamour para el evento estelar. Muchas miradas exploraban de arriba a abajo el imponente edificio, especialmente en los detalles de terminación, tanto al ingreso del foyer como de la sala principal. Gestos de asombro y admiración por la obra terminada. Y no faltaron tampoco aquellos que quisieron autorretratarse junto a la fachada del teatro con una selfie para decir “aquí estuvimos”.
