Los primeros 10 años pedalearon en bicicletas ruteras y por el Cristo Redentor, de Mendoza. Los últimos ya fueron en bicis mountain bike y por Agua Negra, pero siempre con el mismo objetivo: atravesar la cordillera en bicicleta y llegar a Chile. Ayer, un grupo de 10 ciclistas amateurs emprendió su 14to cruce de la cordillera y, como en los años anteriores, lo hicieron movilizados sólo por la adrenalina y el placer que les genera la aventura de enfrentarse a la montaña. Partieron por la mañana desde la Municipalidad de la Capital y al cierre de la edición tenían planificado hacer noche en Guardia Vieja. A Chile, en tanto, llegarán mañana.

El grupo tiene su experiencia, ya que en promedio tiene 56 años y el rango de edad va de los 35 a los 73 años. Sin embargo, la edad no es un impedimento y de hecho los bikers entrenaron todo un año para llegar en las mejores condiciones físicas. “La primera vez que hicimos el cruce fue en 1995 y durante 10 años seguidos fuimos por Mendoza. Después paramos, volvimos a hacerlo por Agua Negra y la última travesía fue en 2009. Las ausencias fueron porque faltó gente que se fue a competir a algún otro lado o por un par de aventuras que hicimos en bici, como bordear la cordillera en el Sur de la provincia”, contó Martín Ferreyra (57), el médico del grupo.

Además de entrenamiento, hay una importante logística detrás de los 10 pedaleros. Utilizan dos vehículos de apoyo, con repuestos, alimentos y líquidos. Por ejemplo, llevan un bidón de 30 litros de agua (que van rellenando en distintos sitios), 60 botellas de bebida energizante, 34 litros de gaseosas, 6 latas de duraznos, 3 kilos de fideos, además de cajas con barras de cereales, chocolates y fiambres. “En Guardia Vieja, Iglesia, pasaremos la primera noche y en la segunda etapa llegaremos hasta la aduana chilena. Este es el tramo más difícil porque hay 50 kilómetros de un gran ascenso, en el que hemos tardado hasta nueve horas. De hecho, en Penitentes llegamos a los 4.745 msnm. La tercera etapa, este viernes, nos llevará a La Serena”, detalló Ricardo Agudo, veterinario.

Casi todos (salvo Humberto Martínez hijo, el más chico del grupo con 35 años) tienen hijos e incluso nietos. Además del médico y el veterinario, en el grupo hay abogados, chapistas, obreros, finqueros y quinieleros.

El de mayor edad es Leonel Lima, con desafiantes 73 años. “Un día de hace muchos años me invitaron y como siempre me gustó el ciclismo, me animé. Y la verdad, es una experiencia increíble”, dijo Leonel.

Sin embargo, la aventura tiene sus riesgos y vaya que lo saben. Por ejemplo, un ex integrante, el ‘Cóndor’ Nievas, sufrió una rodada tan fuerte que estuvo mucho tiempo internado en terapia intensiva. O en la última edición, bajando el serpenteante camino del lado chileno, pasaron de largo en una curva y cayeron a un barranco, sin heridas de gravedad.

Sin embargo, lejos de lo negativo, el grupo sólo piensa en lograr su objetivo y en La Serena festejar el logro con una paella y un buen vino sanjuanino.