La expedición del Cruce de los Andes 2019 vivirá mañana la parte central y más emotiva cuando se arribe al Valle Hermoso y se encuentre con una columna similar proveniente de Chile y, ante los bustos de los generales San Martín y O´Higgins conmemoren los 102 años de la batalla de Chacabuco, primer paso para la liberación del hermano país.
El Cruce de los Andes está integrado por un grupo de personas entre los cuales participan historiadores, representantes de asociaciones gauchas, entidades culturales, universidades, empresarios del sector turístico y personas discapacitadas. Como en cada travesía de la cordillera, es invalorable el aporte de los efectivos del DIM 22 y de Gendarmería Nacional responsables de la logística.
En 2005 el Gobierno provincial puso en marcha el Cruce de los Andes con tres finalidades bien definidas: una histórica, para rescatar de años de ocultamiento que la columna del Ejército de los Andes encabezada por el General San Martín cruzó la cordillera por San Juan. Otro de los motivos del cruce tiene que ver con el fortalecimiento de la integración regional de ambos países y en particular de San Juan y la IV Región de Chile, en el marco del proyecto de construcción del túnel de Agua Negra. La tercera de las finalidades es de carácter turístico de manera que la ruta sanmartiniana se posicione como un nuevo atractivo para su explotación por parte de la actividad privada.
Homenaje a soldados anónimos
El presente cruce, el décimo quinto consecutivo, tiene como hecho destacable el homenaje de un grupo de particulares de la región a la memoria de los miles de cuyanos que se enrolaron como voluntarios en el Ejército de los Andes.
El arquitecto mendocino Juan Carlos Marinsalda es el impulsor de ese homenaje a los más de 3.500 soldados anónimos que partieron desde Cuyo para combatir por la libertad de Chile y luego Perú.
Marinsalda explicó que el homenaje comenzó a realizarse en 2017, año del bicentenario del Cruce de los Andes y consiste en la colocación de siluetas de acero en puntos estratégicos de las seis rutas utilizadas por el general San Martín para llegar a Chile.
Las siluetas, que en el caso de soldados no presentan ningún rasgo por tratarse de personas anónimas, han ido confeccionadas en chapa de acero N° 12 y oxidadas artificialmente a modo de protección.
El responsable de la iniciativa agregó, en un alto de la presente cabalgata, que de esa cantidad de cuyanos que fueron parte del Ejército de los Andes regresaron a sus provincias entre 150 y 300.
La historiografía ha indagado muy poco sobre la identidad y destino que tuvieron de esos hombres, tanto de los que regresaron como de aquellos que dejaron la vida en los campos de batalla.
Esta iniciativa tiene un soporte digital con páginas web y de Facebook que registra todas las novedades que se van produciendo ante cada nueva intervención en las rutas. En el sitio web está toda la información sobre el proyecto, con los fundamentos teóricos e históricos, la razón de su realización y una invitación libre y abierta a todas las personas que deseen sumarse. Distintas organizaciones, instituciones y particulares han hecho su aporte de figuras, no solamente de soldados en diversas posturas, sino también de mulares o armamento empleado por las fuerzas patriotas.
El arquitecto Marinsalda agradeció la invitación del Gobierno de San Juan para participar del Cruce 2019 y expresó su emoción de poder estar recorriendo la Ruta Sanmartiniana y que seguramente en su vida representará un cambio positivo. Luego de sortear la parte más difícil de la travesía, el cordón del Espinasito, Alberto Fonticelli, escritor y miembro de la Asociación Sanmartiniana de Buenos Aires, agradeció al gobernador Sergio Uñac y al subsecretario de Información Pública por la invitación a participar de una experiencia muy emotiva y enriquecedora.
Por su parte Irma Rabbi Baldi, miembro de la Junta de Estudios Históricos, puso de relieve la valentía y lo que debió representar para los soldados sanjuaninos haber atravesado esas inmensas montañas y la importancia que tuvo Cuyo en la gesta libertadora.
La historiadora recordó palabras del General San Martín cuando antes de emprender el cruce en 1817 dijo: “Lo que no me deja dormir no es el enemigo sino la inmensidad de estas montañas”.
La oradora agradeció al Gobierno de la Provincia por haber incluido por primera vez en el Cruce a los calingastinos y a personas con discapacidad.
Quienes también viven con mucha alegría y asombro su primera participación de la travesía de los Andes son precisamente Diego Gustavo Barrientos y Alberto Manuel Neira Naranjo, jóvenes con capacidades especiales que son acompañados por Silvina Aracelis Battistoni.