Van a contramano de la premisa que indica que los jóvenes dejan el campo para ir a estudiar a la ciudad. Y a pesar de tener la Universidad a la vuelta de la esquina, decidieron marcharse a Jáchal para poder hacer una carrera universitaria. Se trata de Elisa Hernández y Gastón tejada, dos jóvenes sanjuaninos que dejaron su casa en la ciudad para estudiar en la sede jachallera de la UNSJ.
Primero viajaba en su auto o en colectivo, pero cuando empezó el cursado más duro, Elisa decidió alquilar una casa para quedarse en Jáchal durante la semana. Estudia la Tecnicatura en Exploración Geológica y está dentro del grupo de estudiantes (cerca de 15, todos jachalleros menos ella), que se recibirá en diciembre próximo. Además de ser pionera en viajar de la ciudad al campo para estudiar, Elisa quedará también en la historia porque formará parte de la primera promoción que recibirá el título en un departamento alejado.
La joven de 25 años dijo que “a pesar que por la distancia muchas veces extraño a mi familia no me arrepiento de haber tomado esta decisión”. Ella estudiaba Geología en la Facultad de Ciencias Exactas (en Rivadavia), pero decidió dejar la carrera, y aconsejada por un docente, empezó el cursado de la nueva carrera en 2011. Su paso por otra carrera universitaria similar le permitió avanzar más rápido por las materias correlativas. “Lo bueno del cursado, que no es de todos los días, es que los profesores tienen un trato más personalizado con nosotros. Acá los estudiantes son más responsables y por eso el trato es más ameno”, dijo. Y aseguró que si bien ya no se siente foránea, al principio fue todo muy distinto. “Llegar fue raro. Te sentís mirado por todos. Lo bueno es que acá es todo muy tranquilo y por eso tengo mucho tiempo para estudiar. Aunque a veces extraño el movimiento de la ciudad”, dijo la santaluceña, que comparte varios días de la semana con una amiga que viaja para acompañarla.
Por su parte Gastón, de 23 años, tuvo una historia similar. Dejó sus estudios en Ingeniería y buscó una carrera más corta. Así fue que conoció la Tecnicatura en Explosivos y Voladuras, que empezó a cursar hace solamente una semana. A diferencia de Elisa, Gastón viaja tres veces por semana hacia el Norte para cursar.
“Paso cuatro o cinco horas por día (lunes, jueves y sábado) viajando. Pero por el momento no me molesta. La carrera está buena y he conocido a algunas personas muy agradables. Nunca me imaginé que podía llegar a estudiar en otro departamento y menos en Jáchal”, dijo el muchacho que al igual que Elisa recibe ayuda económica de sus padres para poder costear los gastos que significan los viajes.

