Santiago de Chile, 1 de setiembre.- Las excusas han marcado la comparecencia de los dueños de la mina San José, Alejandro Bohn y Marcelo Kemeny, ante la Comisión de Minería de la Cámara de Diputados que investiga el accidente que mantiene atrapados a 33 mineros.

Si bien pidió “disculpas” por el accidente, Bohn ha deslindado responsabilidades a la hora de referirse al derrumbe. Incluso, atribuyó errores en la seguridad del yacimiento a la misma cuadrilla que desde el 5 de agosto se mantiene atrapada a 700 metros de profundidad.

Al referirse al caso que costó la amputación de una pierna al trabajador Gino Cortés, hecho ocurrido el pasado 3 de julio, Bohn señaló que el mismo grupo de mineros hoy encerrado retiró la malla de fortificación de uno de los sectores donde ocurrió ese accidente, y luego no repuso la estructura de seguridad.

"Por un error de operación, en un sector que abarca 50 metros cuadrados, se saca la malla y no se repone inmediatamente, como exige el procedimiento, sino sólo en 16 días”, acusó ante la comisión investigadora.

Añadió que “la investigación interna respecto al accidente de Gino Cortés, un trabajador con experiencia, concluye que el 16 de junio la cuadrilla que hizo la descarga de malla no repuso la malla, y ese mismo turno lamentablemente es el que se encuentra hoy atrapado en la mina. Tampoco hubo demarcación de sector sin malla".

Las disculpas de los empresarios

Antes de iniciar las declaraciones, los empresarios pidieron que la sesión fuese privada, aduciendo que dirán exactamente lo mismo que manifestaron al fiscal a cargo de la investigación, Héctor Mella. Sin embargo, la situación no fue aceptada por los diputados.

Al tomar la palabra Bohn, intentó una suerte de mea culpa frente al derrumbe. “Es una situación que nos tiene consternados, es una situación triste y desesperada, el dolor que ha causado este hecho no deseado hace que nosotros pidamos disculpas”, dijo.

En estas palabras fue secundado por Marcelo Kemeny. "Estamos sumamente consternados, preocupados por estar con los familiares de los mineros desde el primer día que ocurrió el accidente. Hemos estado preocupados de la situación. Estamos sumamente dolidos, al igual que todos los familiares y los hemos apoyado en la medida que se ha podido", dijo el empresario.

Niega insinuaciones de corrupción

Enfático, Bohn descartó además que la empresa haya incurrido en presiones, para mantener en funcionamiento una mina impugnada por continuas fallas de seguridad.

“He escuchado en la prensa que habríamos hecho presiones indebidas, que insinúan casi corrupción. Las niego, somos gente honesta, nuestra empresa ha hecho minería 30 años en Atacama y nunca hemos tenido necesidad de cometer un acto ilícito para conseguir una autorización”, señaló.

Sin embargo, admitió que mientras la mina estuvo paralizada sí se hicieron gestiones, “acudiendo” a funcionarios regionales. “Cada vez que tenemos un problema, una duda, lo hacemos con las autoridades disponibles en la región para nosotros. Mientras estuvimos paralizados acudimos a la intendenta, los senadores, el seremi para decir que necesitábamos hablar de la reapertura de nuestra mina, en términos técnicos”, argumentó.

La comparecencia de los dueños de minera San Esteban ante la comisión investigadora era esperada por la instancia que hasta hoy había escuchado los testimonios de funcionarios de Sernageomin y de la Asociación Chilena de Seguridad.