El piso se estremeció muchas veces durante la noche del domingo, sin embargo, dos de esos movimientos fueron los que alertaron a la población debido a que se percibieron con claridad. Inmediatamente, muchas personas se asustaron y comenzaron a expresarse en las redes planteando la posibilidad de que esos temblores tuvieran relación entre sí y fueran la previa de un sismo mayor. Sin embargo, desde el Inpres echaron por tierra esa hipótesis.

 

“Nosotros vivimos en el centro oeste de Argentina. Tanto en Córdoba, como en San Luis, Mendoza, San Juan y La Rioja hay entre 25 y 50 sismos por día. De vez en cuando algunos se sienten, eso es lo que sucedió anoche, ni más ni menos”, detalló Mario Araujo, jefe de Investigaciones Sismológicas del Inpres.

 

De ese modo, Araujo se refirió al sismo que se sintió a las 21,05, tuvo una Magnitud de 3,9 grados y una profundidad de 12 kilómetros con epicentro en El Encón, 25 de Mayo. Y al temblor que se percibió a las 23,56, tuvo epicentro en Jáchal, con Magnitud de 5,1 y profundidad de apenas 15 km.

 

Por otro lado, detalló que “los dos sismos que se sintieron anoche no tuvieron ningún tipo de conexión entre sí, de hecho se produjeron en fallas distintas”.

 

Y, a la vez, sostuvo de modo tajante: “La predicción no es una ciencia exacta. Los temblores no se pueden predecir, no dan pistas. En cualquier momento puede haber un terremoto, pero nunca vamos a enterarnos antes de que suceda”.