En el escándalo de las ayudas sociales de Rivadavia, tan sólo falta que reciban sentencia dos acusados: Juana Guerrero y Cristóbal Liuzzi. La primera rechazó la posibilidad de ir a un proceso abreviado, argumentando su inocencia, y decidió enfrentar un juicio tradicional, el cual se está realizando contra ella sola. Fuentes judiciales estimaron que la próxima semana culminaría el debate. El segundo, por su parte, está viviendo en España y su abogada Irma Alonso indicó que regresaría a la provincia para someterse a un juicio abreviado, a comienzos del año que viene.
