Tenía 40 años, murió embarazada en 1908. Desde entonces le adjudicaron cientos de milagros. Cada vez son más los que creen en ella. Se trata de la Difunta Teresa, cuyo restos, que están en Angaco, son venerados todos los años por los gauchos. Y es esta la historia en la que creen profundamente Domingo Riveros y Carlos Cataldo, dos angaqueros que le pidieron ayuda a esta difunta y dicen que les cumplió. Ellos, además de otros gauchos, encabezarán la 9na Cabalgata a la Difunta Teresa, el próximo sábado.
"Mi hija era chica y tuvo un accidente. Varios médicos dijeron que había que amputarle la pierna. Yo me desesperé. No sabía qué hacer, entonces recurrí a la Difunta Teresa. Como un milagro, mi hija se recuperó y ahora tiene 15 años", cuenta Domingo Riveros. Tan devoto es de la difunta que fue uno de los fundadores de la agrupación gaucha que lleva su nombre y uno de los primeros en organizar la cabalgata que hacen todos los años hasta su tumba. Para Domingo, la figura de esta mujer es tan importante que aún siendo niño le pidió que sanara a un caballo que tenía. "Me concedió el milagro. Es cuestión de creer o reventar. Pero ella cumple lo que se le pide", dice Domingo.
Para Carlos Cataldo, otro angaquero, la devoción que siente por la Difunta Teresa es similar. También pidió por la salud de su hija. "Estaba enferma del pecho y después de hacer una promesa se recuperó", dice Carlos, quien agrega que conoció la historia de Teresa cuando tenía 18 años. "Hace 16 años que voy a caballo hasta el santuario", dice el hombre.
La cabalgata a la Difunta se hace en época invernal. Por lo que los gauchos deben cabalgar con temperaturas que a veces son bajo cero. Pero la devoción es grande y crece cada vez más. En la primera edición participaron 7 gauchos y el año pasado fueron 179 jinetes y varias carretas. Los devotos saldrán el próximo 13 de junio a las 8 desde el barrio Perón, que está en la villa cabecera de Angaco. La idea es llegar al oratorio de la Difunta Teresa después de las 18. A las 21 rezarán el rosario y después habrá un fogón criollo. Es tradición que los gauchos pasen la noche en ese lugar.

